Ecoembes es una organización sin ánimo de lucro, que centra sus actividades en la concienciación sobre el reciclaje.
Su actividad en España comenzó en el año 1998 y, desde entonces, uno de sus mayores logros ha sido la inclusión de contenedores diferenciados por color, con los que permitir que los ciudadanos españoles puedan separar los residuos por tipologías.
En esta separación se encuentra el plástico como uno de los materiales que más tarda en descomponerse y, por tanto, es uno de los prioritarios a la hora de evitar que terminen en la Naturaleza.
Por este motivo, la última noticia de Ecoembes en la lucha contra la generación de este material ha sido tan destacable. Se trata de un nuevo desarrollo de plástico, que entre otras ventajas, sería biodegradable.
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TheCircularLab y el PHBV
Ecoembes ha conseguido este hallazgo a través de su centro de investigación TheCircularLab, un laboratorio de innovación pionero en Europa que inició sus actividades de forma oficial hace aproximadamente un año y medio.
TheCircularLab (con sede en Logroño) tiene entre sus responsabilidades el estudio, la prueba y también el desarrollo de diferentes prácticas con las que mejorar los envases, desde un punto de vista sostenible.
El último desarrollo, que ha conseguido en colaboración con el Centro Tecnológico AINIA de Valencia, consiste en el PoliHidroxiButilValerato, conocido también por sus siglas PHBV.
Se trata de un material que podría sustituir a los plásticos sintéticos que actualmente se comercializan. La principal diferencia está en su origen. Mientras el plástico común procede de procesos derivados del petróleo, el PHBV que ha desarrollado este centro de innovación de Ecoembes tiene un origen en los desechos vegetales, cuenta con un proceso completamente natural y es biodegradable.
Ecoembes explica el desarrollo del PHBV
Descubriendo el proceso de desarrollo del PHBV, es posible hacerse una idea tanto de la innovación que supone este nuevo producto, como de las posibilidades potenciales que tiene.
El producto proviene de residuos vegetales, como por ejemplo patatas o zanahorias. El proceso inicial consiste en triturar estos productos y extraer de ellos la glucosa resultante. Esta glucosa sirve de alimento para un microorganismo, que entre sus funciones destaca la de producir el biopolímero con el que se fabrica el PHBV.
Una vez fabricado, sus usos son múltiples. Tal y como sirve el plástico tradicional, se puede aprovechar para el envasado de productos de alimentación, así como también de bebidas o incluso convertirse en bandejas.
No obstante, no es el único uso que tiene. También se puede compostar y convertirse en abono, como biodegradarse en el fondo marino, sin causar el impacto negativo en este entorno que ocasionan los residuos con plástico convencional.
Ventajas del nuevo producto biodegradable de Ecoembes
Desde Ecoembes han señalado las ventajas que el PHBV puede ofrecer a la sociedad y a la Naturaleza.
En comparación con el plástico, el proceso de desarrollo deja patente las oportunidades que ofrece. Sirve como alimento, como abono, es biodegradable y ofrece un uso dentro del reciclaje.
Pero es que además, serviría también para actuar sobre el exceso de residuos que provienen de alimentos, sobre todo en mercados municipales y otras instalaciones que utilizan este producto. Cada vez se generan más cantidades de este tipo de alimentos, sin que tengan un uso concreto. Con el desarrollo del PHBV Ecoembes consigue aprovechar su utilidad para mejorar la Naturaleza y, de paso, aplicar tratamientos reciclables con el producto resultante. No solo serán más útiles, sino que además se reduce considerablemente el factor de desperdicio alimentario.
Evolución futura del nuevo producto biodegradable de Ecoembes
De momento todo el proyecto en relación al PHBV se encuentra en una fase de pruebas. Ecoembes ha informado de que el objetivo es contar con las patentes del producto para el año 2023, una vez que las pruebas industriales del material den los resultados satisfactorios esperados.
El proyecto se ha presentado de forma oficial en la sede de TheCircularLab en Logroño, con la participación del consejero delegado de Ecoembes, Óscar Martín Riva; del coordinador del centro de innovación, Zacarias Torbado; así como otros responsables de los proyectos más importantes en desarrollo actualmente.
Aprovechando este innovador descubrimiento, se ha expuesto también la identificación del centro de innovación como si fuera «el Silicon Valley del reciclaje«.
De hecho, en esta iniciativa de Ecoembes se trabaja en muchas áreas y una gran mayoría está relacionada con las nuevas tecnologías. Por ejemplo, hay proyectos en desarrollo relacionados con el Internet de las Cosas, la robótica y el big data, así como también con el aprovechamiento de nuevos materiales, siempre sin perder el objetivo principal de fomentar el reciclaje con todas estas innovaciones.
En su año y medio de existencia, TheCircularLab ya suma más de 100 proyectos, basándose siempre en un ecosistema de investigación abierta.
En la actualidad, este centro de Ecoembes plantea 4 líneas de investigación diferente:
- La búsqueda de nuevos envases para el futuro.
- La gestión inteligente de los residuos.
- La ciencia ciudadana.
- El emprendimiento sobre todo ligado al reciclaje.
El equipo de trabajo de la institución está formado por más de 200 colaboradores externos, otros 55 estudiantes jóvenes, que acceden a través del programa Circular Talent Lab, así como otros 20 emprendedores procedentes de todo el mundo.
Entre los éxitos más recientes, junto al plástico biodegradable PHBV, se encuentra el primer asistente virtual sobre reciclaje A.I.R.-e; una plataforma smartwaste basada en el Internet de las Cosas y big data; así como una planta 4.0 que aprovecha el sector de la robótica en un proceso de selección de residuos.
En conjunto, más de 100 proyectos en desarrollo y más de 200 entidades entre instituciones, empresas y otras organizaciones, para conseguir que la iniciativa de Ecoembes nos ofrezca un futuro más sostenible, que aproveche mejor las posibilidades del reciclaje.
