La operadora británica Vodafone ha iniciado una estrategia comercial de expansión en el continente europeo, a través de la adquisición de activos de Liberty, compañía de telecomunicaciones estadounidense.
Una operación de 18.400 millones de euros
La operación de Vodafone ha sido bastante impactante desde el punto de vista comercial. Económicamente se ha tenido que invertir una cantidad total de hasta 18.400 millones de euros.
Con ellos, la británica ha podido adquirir servicios de televisión por cable y banda ancha correspondientes a Liberty Global, que la empresa norteamericana tiene dispuestos a lo largo de todo el continente europeo.
Los países donde mayor ratio de acción dispone son los relativos a Alemania, Hungría, República Checa y Rumanía.
Esta operación de compra de servicios de Liberty Media no representa en su cantidad global el poder de la compañía estadounidense. En realidad, sus servicios han sido valorados en 10.800 millones de euros. El resto de la cantidad económica que forma parte de la operación, aproximadamente 7.600 millones de euros, se corresponden con la deuda acumulada por la compañía en el continente europeo y que, a partir de ahora, pasará a asumir Vodafone.
Pese a la adquisición de esta deuda, la operadora británica considera que el negocio tiene suficiente rentabilidad como para suscitar interés la inversión en ella.
Una evolución desde Holanda hasta filiales
El motivo de esta expansión de Vodafone hacia el resto de Europa es que las iniciales operaciones con Liberty en Holanda han sido bastante rentables. Esto ha motivado a la compañía de telecomunicaciones a proseguir las vinculaciones con la empresa hacia servicios en otros países.
No obstante, en los destinos elegidos, Vodafone conseguirá la expansión de sus servicios, a través de activos obtenidos a través de filiales.
En Alemania, por ejemplo, lo realiza a través de UnityMedia que además de filial de Liberty es también el segundo operador de cable del país. Esto ofrece a Vodafone un potencial de 13 millones de hogares.
Los otros 3 países operan a través de la filial UPC, que también posee una posición de preferencia en cuanto a servicio de televisión por cable.