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Rubén Otero analiza las ventajas de invertir en propiedades residenciales frente a otros activos

Rubén Otero analiza las ventajas de invertir en propiedades residenciales

Aunque la rentabilidad potencial es el principal objetivo de los inversores, lo cierto es que para muchos de ellos los beneficios obtenidos son tan importante como la paz mental, lo que significa que el riesgo esté siempre bajo control. Y, precisamente por ello, las propiedades residenciales siempre han sido consideradas  como una opción muy atractiva, porque ofrecen una rentabilidad muy interesante a cambio de un nivel de riesgo razonable.

Debido a ello, en un contexto de inestabilidad económica como el actual, tal como apunta Rubén Otero, se ha ido consolidando una nueva etapa de crecimiento y rentabilidad en el sector inmobiliario. Principalmente por factores como el aumento de la demanda, el crecimiento de la economía, la reducción de los plazos de venta de las viviendas y el crecimiento de la economía.

Ventajas de invertir en propiedades residenciales

En los últimos años, el mercado financiero nos ha demostrado los riesgos de invertir en fondos y acciones, y tener una cuenta de ahorros apenas proporciona rentabilidad. Por eso, la solución es invertir en propiedades residenciales.  Una inversión que resulta rentable muchas veces, incluso en momentos de crisis económicas y financieras. 

A continuación, analizamos con Rubén Otero, experto en el sector inmobiliario, todas las ventajas de invertir en propiedades residenciales:

1. Un escudo contra la inflación

Una de las principales ventajas de invertir en propiedades inmobiliarias es la posibilidad de obtener ingresos estables gracias a los alquileres, lo que supone una fuente fiable de ingresos cada mes para cubrir los gastos de mantenimiento y, al mismo tiempo, generar beneficios. Pero además, puede proteger nuestro dinero contra la inflación. Cuando los precios y servicios aumentan por la inflación, los precios de las propiedades y del alquiler también lo hacen. Con lo cual, el poder adquisitivo del inversor se mantiene.

2. Más beneficios que una cuenta de ahorro

La tasa de interés de una cuenta de ahorro no es muy elevada y, en función de las circunstancias económicas, muchas veces la inflación puede superar los beneficios del plazo fijo. Por eso, una de las mejores formas de mantener el valor de nuestros ahorros es adquiriendo vivienda. Si hacemos una buena elección, lograremos aumentar el valor de nuestro capital y, además, obtener ingresos por el alquiler.

3. Valor refugio frente a las variaciones del oro y las commodities

Invertir en materias primas como plata u oro puede ser arriesgado, ya que su precio es muy volátil. En los últimos años, el valor de ambos metales ha descendido de forma considerable e incluso los expertos encuentran dificultades para predecir su tendencia.

4. Protección contra monedas débiles

En momentos de crisis, muchas monedas pierden valor en comparación con otras monedas más fuertes como el dólar o el euro. Las propiedades se tasan y valoran con base en el mercado internacional, por lo que las propiedades residenciales son una forma rápida y segura de proteger nuestro capital.

5. Más confiable que un plan de pensiones

Los planes de pensiones y seguros de vida pueden ser inversiones fiables, pero durante las crisis financieras nuestros beneficios pueden verse reducidos y cambiar de compañía aseguradora o de banco puede salir muy caro. Pero incluso si tienes un plan de pensiones para tu vejez, puede que no sea suficiente para cubrir tus necesidades. Ten en cuenta que la esperanza de vida ha aumentado notablemente en los últimos años, lo que hace peligrar el sistema de pensiones público. En este sentido, la mejor garantía para disfrutar de una jubilación digna y sin preocupaciones es invertir en propiedades residenciales.

6. Una inversión más segura que la bolsa

Tal como indica Rubén Otero, los precios de las acciones varían de manera drástica y el sector financiero se mantiene con sistemas complejos con retornos mínimos o inciertos. Por eso, muchas personas prefieren invertir en propiedades residenciales. Los beneficios al comienzo no son muy altos, pero una vez que se hayan adquirido dos viviendas o más, comprobarás que tu capital aumenta cada vez más rápido gracias al alquiler. 

7. Es fiscalmente rentable

La inversión en propiedades inmobiliaras también es una buena opción para ahorrar impuestos en la declaración de la renta. Este tipo de patrimonio solamente grava en la renta catastral de la vivienda y en los ingresos del alquiler. Con lo cual, normalmente, las tasas de mantenimiento son muy bajas, más que los impuestos que deben pagarse por otros beneficios.

8. Permite diversificar la cartera

Expertos inmobiliarios como Rubén Otero consideran que las propiedades residenciales son una magnífica manera de complementar las inversiones tradicionales en la bolsa, en bonos y otro tipo de activos, ya que ayuda a reducir la correlación entre ellos. Esto quiere decir que si un sector entra en crisis, otros activos pueden compensar las pérdidas. De esta forma, se reduce el nivel de riesgo y se equilibran los beneficios.

 

En definitiva, la inversión en propiedades residenciales es, actualmente, una de las mejores que existen. Y es que su valor va aumentando a largo plazo y la propiedad de por sí puede reportar ingresos. Con lo cual, gracias a ello, podemos disfrutar tanto de seguridad financiera como de tranquilidad. Todo ello sin tener que correr un alto riesgo.

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