El pasado 15 de junio el roaming desaparecía definitivamente para los usuarios de la Unión Europea. El roaming es una tarifa que imponen las operadoras a cuyos usuarios realizan llamadas telefónicas estando en otro país diferente al que tienen vinculada la tarifa de telecomunicaciones original.
En la práctica suponía que un usuario español que viajara a Francia pagaba una tarifa considerablemente incrementada, cada vez que intentaba utilizar el teléfono móvil.
Ante una práctica considerada abusiva, la Unión Europea estableció un calendario de acciones, que terminaban el 15 de junio con la desaparición definitiva de esta imposición. No obstante, esta no es una ley universal y solo afectará a los ciudadanos de la Unión Europea en los países pertenecientes.
Una medida aplaudida por casi todas las organizaciones de consumidores
De forma general, el fin del roaming se considera por casi todas las organizaciones de consumidores todo un éxito para el usuario y una justa medida, que termina con el encarecimiento desorbitado de algunas tarifas que sufren los turistas europeos.
Sin embargo, FACUA dejó claro que la medida llegaba tarde. Según esta organización, las operadoras han estado incrementando sus tarifas, por lo que en la actualidad ahora los usuarios están pagando más por el mismo servicio de hace unos años, precisamente por el fin del roaming.
Las operadoras se defienden argumentando que la subida de precios ha venido acompañada de mejoras en los servicios, tanto en la cantidad de minutos para los contratos de voz, como en capacidad y calidad de navegación en los de datos.
El problema es qué sucederá en el futuro. Muchas organizaciones han advertido del peligro existente a que las operadoras incrementan sus costes considerablemente y de forma paulatina, tal y como FACUA ha identificado en los últimos meses.
La Comisión Europea, como respuesta, ha informado que realizará una monitorización para analizar si las operadoras están entrando en tarifas abusivas a raíz del roaming, situación que provocaría nuevas acciones limitativas no confirmadas.
De momento, los usuarios están celebrando el fin de unos costes hoy en día obsoletos y completamente arbitrarios en función de cada operadora, que desde ahora en Europa no se aplicarán.