Marypaz, la entidad que se ha convertido en los últimos años en una referencia en las calles en cuanto a tiendas de calzado, ha solicitado el preconcurso de acreedores. No es que la situación sea insostenible como suele ocurrir en este tipo de situaciones, pero los responsables de la misma han comentado que se han visto obligados a esta situación para evitar que algunos de sus proveedores tomen cartas en el asunto.
Una deuda considerable
Aunque el nombre de Marypaz está considerado como la referencia en el mercado del calzado esto es algo que se ha conseguido en base a diversos factores. Entre ellos se incluye sudor, lágrimas y dinero, mucho dinero. Dinero que ha terminado repercutiendo en que la entidad acumule una deuda de nada más y nada menos que 30 millones de euros. Esta cantidad se la deben principalmente a proveedores, los mismos que han amenazado con solicitar que la empresa entre en concurso de acreedores si no llegan a satisfacerse sus peticiones de cobro en los plazos estipulados. Es por ello que el equipo de gestión de Marypaz ha preferido anteponerse a la situación y solicitar por su cuenta el preconcurso, a fin de evitar una situación más problemática. Eso, al menos, les proporcionará cierto margen de actuación para solucionar las cosas.
Cuatro meses de tranquilidad
Todo es relativo, sobre todo cuando usamos la palabra «tranquilidad» con una empresa que ha solicitado el preconcurso de acreedores. Pero eso es justo lo que tiene Marypaz para arreglar la situación que está viviendo de una u otra manera. Sus responsables van a tener que ajustar todo lo posible y dar paso a medidas que les permitan superar el mal momento por el que pasan. Si en los cuatro meses definidos de manera oficial no se alcanza un acuerdo, entonces sí se procederá al concurso de forma definitiva.
El problema de Marypaz se ha encontrado en la caída que ha dado en los últimos años. En 2012 estuvieron en lo más alto, pero desde entonces no han parado de caer en cuanto a volumen de ventas. Por un lado por la aparición de competidores en el segmento low cost y por otro porque el público ha notado, a la vista de las opiniones vistas en la red, una bajada en la calidad de sus productos.